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martes, 7 de junio de 2011

Aspirina. Acido Acetilsalicilico


No hay medicina que se haya extendido tanto como la aspirina desde el año 1899.


Su nombre tiene dos versiones:


La letra A debido al grupo acetilo (del ácido salicílico), spir por el género de la planta Spiraee de la cual se extrajo inicialmente el principio activo, ina que es una terminación común aplicado a algunos medicamentos. Luego se extrajo de la corteza del sauce blanco.


Otra versión menciona que As por el Acido Acetil Salicílico, pir del científico que asiló el compuesto que se llamaba Raffaele Piria (en 1838) y finalmente ina.


La empresa farmacéutica Bayer lanzó al mercado un comprimido que contenía este ácido, utilizando el nombre comercial; de aspirina, nombre por el cual es conocida en la actualidad.


En el siglo XX, la aspirina fue medicada como analgésico y anti-inflamatorio, pero en 1980 se puso de manifiesto su notoria facilidad para frenar la agregación de las plaquetas, siendo prescrita cada vez más para esta indicación.


La aspirina es aconsejada en el tratamiento de muchos casos de inflamación y enfermedades autoinmunes, como la inflamación de las articulaciones en jóvenes, la artritis reumatoide y la osteoartritis.
Por sus propiedades, la aspirina es anticoagulante; pues es utilizada para prevenir el peligro de infarto, miocardio y de ataques transitorios de isquemia.


Últimamente se ha indicado que el tratamiento habitual con aspirina, reduce el peligro de contraer el cáncer de colon. Hoy en día se conoce que la aspirina tiene propiedades antiproliferativas.


Aspirina efectos secundarios
Con dosis muy elevadas, la aspirina asimismo ocasiona un efecto inhibitorio sobre la hemostasis dependiente de la vitamina K, con lo que se altera la síntesis de protrombina.


La aspirina se administra normalmente por vía oral, aunque puede ser administrado por vía rectal en forma de supositorios. Se absorbe rápidamente por el tracto digestivo, si bien las concentraciones gástricas y el pH del jugo gástrico afectan su absorción.


La aspirina es hidrolizada parcialmente a ácido salicílico durante el primer paso a través del hígado y se distribuye pródigamente por todos los tejidos del organismo.


La aspirina se une poco a las proteínas del plasma, pero debe ser administrada con mucho cuidado a pacientes tratados con fármacos que se fijan reciamente a las proteínas del plasma, como es el caso de los anticoagulantes y antidiabéticos orales.


Dosis recomendada de la aspirina
La dosis media recetada para adultos es: 1 comprimido de 0,5 g cada 4 ó 6 horas. Los comprimidos se diluyen en agua, de preferencia posterior a las comidas. La administración está sujeta cuando existen síntomas dolorosos o febriles. A medida que haya una mejoría debe suspenderse esta medicación.


El uso de aspirina no debe ser suministrado si el paciente ingiere más de tres bebidas alcohólicas al día, por el peligro de irritación gástrica. No se debe jamás indicar ninguna dosis por lo menos una semana antes de cualquier intervención quirúrgica.




Como la aspirina impide la agregación de plaquetas debe ser suministrada con moderación a pacientes con complicaciones de coagulación, hemofilia u otra coagulopatía. Debe evitarse en pacientes con anemia aplástica, pancitopenia o cualquier otro tipo de disfunción medular.


Aspirina efectos secundarios
La aspirina debe ser usada con precaución en pacientes inmuno suprimidos ya que puede disimular los síntomas de una infección.


La función hepática debe ser vigilada cuando se administran grandes dosis de aspirina o en pacientes con historia de problemas hepáticos. La función renal o la deficiencia de vitamina K, también se deberán vigilar si se van a suministrar grandes dosis de salicilatos o aspirinas.


La aspirina debe ser manipulada con mucho cuidado en pacientes con insuficiencia renal o con lupus eritematoso sistémico, ya que existe el peligro de una disminución de la filtración glomerular en estos pacientes con este tipo de dolencias.


El uso de la aspirina debe ser utilizado con mucho cuidado durante la gestación. Nunca debe administrarse mientras la gestante esté en los tres últimos meses de embarazo. Tratamientos prolongados y con cantidades altas pueden retardar el parto. Traspasa la barrera placentaria y se arroja con la leche materna.


Se aconseja a la paciente una separación rápida en la lactancia al utilizar de manera regular, dosis elevadas en este periodo.


Por este motivo, el consumo de aspirina debe ser evitada en el embarazo y si existe la sospecha que la madre ha ingerido aspirina en los cinco días antes del parto, el recién nacido debe ser examinado lo antes posible para descartar sangrados.


Sobredosis aspirina
Los síntomas de sobredosis incluye dolores de cabeza, mareos, zumbidos de oídos, visión borrosa, sueño, sudoración, náuseas, vómitos y ocasionalmente diarrea.


El tratamiento característico incluye; emesis, lavado gástrico, administración de carbón activado. En casos graves, la administración de cantidades adecuadas de líquidos intravenosos, hemodiálisis en adultos, niños y diálisis peritoneal en lactantes.


Hay que tener en cuenta que la aspirina, es más eficaz reduciendo el dolor leve o de moderada intensidad por medio de sus efectos sobre la inflamación y porque es probable que pueda inhibir los estímulos del dolor a nivel cerebral subcortical.


Su ingesta sin control origina nefritis, que son procesos inflamatorios y/o disfuncionales del riñón. Es importante que la aspirina sea administrada por orden médica jamás te automediques, tu salud puede estar en riesgo; ya como has podido leer es necesario el asesoramiento de un profesional médico, para una adecuada medicación

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